La mayoría de nosotros experimentaremos la pérdida de un ser querido como uno de los obstáculos más difíciles y abrumadores de nuestra vida. En el período inmediatamente posterior a una muerte, el vacío y el dolor siguen presentes, pero disminuyen a medida que pasa el tiempo y la vida continúa sin el difunto.
Cuando nos enteramos de que un amigo cercano o un familiar ha fallecido, a pesar de nuestros mejores esfuerzos para prepararnos, la noticia nos golpeará como una tonelada de ladrillos. Esto es inevitable. Serias repercusiones esperan a aquellos que no logran crecer. Por lo tanto, es de suma importancia encontrar una manera de hacer frente a la pérdida que se ha sufrido. A continuación, se incluye una lista de recomendaciones y medidas que pueden ayudarlo a superar la situación.
Permita que se infiltre en toda su existencia.
Los paseos en montaña rusa emocional después de la muerte de un ser querido son típicos, y puede sentirse como si todo su cuerpo se ahogara en agua. Algunas de estas emociones, como la negación, la ira, etc., pueden no aparecer de manera directa; más bien, pueden ser una amalgama compleja de otras emociones. Una persona puede, por ejemplo, estar enojada pero negar que está molesta. Déjate dominar por esta avalancha de sentimientos abrumadores. Es fundamental no ignorarlo, a pesar de que hacerlo puede ser inquietante; más bien, es esencial reconocerlo y aceptarlo.
El componente de una máquina que aumenta su eficiencia.
En tiempos como estos, familiares, amigos y simpatizantes se unen para lamentar una pérdida que todos comparten. En consecuencia, es genial que tenga un confidente que pueda confiar en usted y recibir su confianza. No puedes sobrevivir sin él. Debes resistir la necesidad de retraerte en ti mismo y, en cambio, hablar sobre tus sentimientos con un amigo cercano de confianza o un miembro de tu familia. Intentar reprimir los sentimientos de desesperación y desesperanza solo ayudará a aumentarlos, lo que dará como resultado su liberación final. Visitar a un terapeuta en el futuro si cree que podría beneficiarse al hacerlo no es un signo de debilidad; por lo tanto, no debe tener miedo de hacerlo.
Las cinco fases del duelo son la negación, la ira, la negociación (ofrecer cualquier cosa para eliminar esta pérdida), la desesperación y la aceptación. La negación, la ira, la negociación (ofrecer algo para eliminar la pérdida) y la depresión son las etapas típicas del duelo. Debe atravesar este proceso porque tiene la capacidad de ayudarlo a sobrellevar el inmenso dolor y la pérdida que está experimentando.
El círculo de la vida está perpetuamente en movimiento.
Cuando llegues a la fase de aceptación del proceso, notarás que las cosas empiezan a mejorar; de hecho, puede sentir como si se hubiera quitado un gran peso de encima. Primero, conmemore y celebre la existencia de un ser querido fallecido y luego pase a la siguiente fase de su propia vida. Ciertamente, su vida nunca estará libre de tristeza, pero no tiene más remedio que seguir adelante, ya que su ser querido fallecido no aceptaría nada menos.
Confiamos plenamente en que la adopción de estos pasos no solo lo ayudará a sobrellevar la enormidad de su pérdida, sino que también le permitirá salir de esta experiencia con una sensación de paz y consuelo.